Entre red y calle: invirtiendo los cánones de protesta

Como expresó hace unos días Jeff Jarvis, profesor asociado en la City University of New York's Graduate School ofJournalism, el proceso tradicional de la protesta se ha invertido. Mejor dicho, se ha renovado introduciendo la contestación virtual en la real. Los movimientos de protesta surgidos a raíz de la crisis, conocidos como “Indignados”, se han ido expandiendo a muchas zonas del globo y tienen unos novedosos rasgos comunes. La participación de la ciudadanía se manifiesta en formas conocidas y experimentadas pero nace y se articula gracias a nuevas herramientas y mecanismos.

En primer lugar, la contestación en lugares públicos, como calles y plazas o delante de las sedes del poder, ya no está organizada y dirigida por un partido político, un sindicato o una organización. Se trata más bien de un conjunto de ciudadanos que acuden a una manifestación para representarse a sí mismos como sujetos independientes y que no se identifican necesariamente con una ideología específica. Cada uno actúa por su cuenta pero se mueve dentro de una red, de una “comunidad”.

En segundo lugar, se caracteriza por ser una protesta en contra de la autoridad vigente y de las instituciones, que rechaza su propia institucionalización. 

Como ya ha sido señalizado repetidas veces, las redes sociales han desarrollado un papel importante en la organización de los actos y en la reunión de ciudadanos y en su renovado desempeño social y político.

No obstante, destacamos aquí la importancia de los Hashtags en Twitter.

Su principal cometido ha consistido en la organización y coordinación de la comunicación alrededor de temas claves. Ha facilitado la discusión de cuestiones importantes entre los ciudadanos y la interconexión entre ellos.

Gracias a esta herramienta, se ha impulsado una información totalmente independiente de los medios de comunicación, de una institución o autoridad y descentralizada.

Esta concepción invierte la actualmente dominante entre los partidos políticos, obligándole a renovar sus formulas de comunicación e interacción para poder participar en la discusión e intercambio constante de ideas entre los ciudadanos.