The Economist acaba de publicar un mapa europeo de usuarios de redes sociales.
Los porcentajes más elevados de adictos a las redes sociales se encuentran, asombrosamente, en muchos países del este del continente. En color azul oscuro, destacan países como Polonia, Eslovaquia, Hungría o Chipre. España se situa en el grupo intermedio junto a países como Reino Unido, Bulgaria, Romania, Portugal o Grecia. Finalmente, en el tercer grupo, en el que parece menor la adicción a las redes sociales, encontramos la mayoría de los estados centrales como Italia, Alemania, Francia y Austria, entre otros.
Uno de los datos más curiosos que se desprenden de la investigación es que al mayor uso de redes sociales no corresponde una mayor inversión en compra social, sino más bien el revés.
Uno de los obstaculos mayores que las redes sociales encuentran en su proliferación está relacionado con una percepción de inseguridad por parte del usuario por lo que merece la protección de datos.
La gran mayoría de las aplicaciones Facebook, por ejemplo, piden el acceso a datos privados de la cuenta del usuario como condición para su utilizo.
En lo que a España respecta, el estudio de la 3º Oleada publicado por el Observatorio de Redes Sociales, refleja que alrededor del 30% de los usuarios abandona sus cuentas porque no les encuentra ninguna utilidad. No obstante, el número de usuarios de redes sociales especializadas ha aumentado en un 45% en el ultimo año.
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